El federalismo ante las tendencias secesionistas en España

El resurgimiento del nacionalismo hoy en el contexto de un mundo globalizado tiene mucho de contradicción pues los problemas actuales (terrorismo, flujos migratorios, cambio climático o respeto a los derechos humanos) son problemas globales que requieren instancias y recursos globales. La paradoja sin embargo, parece extenderse por diversos Estados europeos y España no es una excepción. De hecho, desde el comienzo del sistema democrático consolidado con la aprobación del actual texto constitucional, el movimiento nacionalista ha estado siempre presente en la sociedad y en las instituciones españolas, singularmente a través de los nacionalismos catalán y vasco. Estos movimientos nacionalistas han coexistido y compartido la evolución y el avance de la sociedad española desde el último cuarto del siglo XX, en un contexto social y político no siempre cómodo que ha reclamado del diálogo y la negociación política permanente para garantizar la integración y el encaje de todos en sociedad. Las tensiones sociales y políticas de los últimos años expresadas en el decidido impulso del secesionismo catalán dejan en evidencia, sin embargo, la difícil situación territorial que debe ser afrontada y resuelta, entendemos, con los recursos que pone a disposición el principio democrático. Esto es, el diálogo y la negociación para lograr vías solución a los conflictos sociales presididas por la idea de pluralismo y el respeto a las minorías de acuerdo con la tendencia que ha marcado el desarrollo del sistema político y constitucional en España en las últimas décadas. Desde estas premisas este estudio aborda la necesidad de reconstruir el marco constitucional de convivencia en la sociedad española deteriorado en los últimos años y, singularmente en los últimos meses con ocasión del impulso del secesionismo catalán. La necesidad de definir el modelo territorial, de acordar el modo de organizar territorialmente el poder político y la idea de si puede el federalismo la técnica adecuada para organizar territorialmente España y ofrecer así, una respuesta satisfactoria a las actuales tendencias secesionistas, son los ejes sobre los que se construyen estas reflexiones. Para ello, en primer lugar, recordaremos las dificultades e insatisfacciones a las que se enfrentan los poderes territoriales (estatal y autonómicos), derivadas de la inexistencia de una Constitución territorial, así como la reacción del poder autonómico para cerrar el modelo a través de las reformas de los Estatutos de Autonomía. En segundo lugar, nos situaremos ante la tensión territorial actual a partir del análisis de los principales hitos políticos y jurídicos que han marcado el actual conflicto territorial con ocasión del auge del secesionismo catalán. Por último, retomaremos las propuestas defensoras de una reforma de la Constitución bajo los presupuestos del federalismo con el fin de garantizar la articulación de la diversidad en la unidad e integridad del territorio... (segue)